martes, 28 de octubre de 2008

REFLEJOS DE LA INDIA CONTEMPORÁNEA por Ana Yunuén Sariego

La exposición Reflejos de la India contemporánea inaugurada el 21 de octubre en La Casa Encendida muestra la obra de cuatro artistas de la India y presenta una pequeña selección de sus obras. Ya el título de esta muestra indica que ante el distanciamiento no sólo físico y cultural que existe entre países como España e India lo que nos brinda esta exhibición es un acercamiento, que no deja de ser un simple reflejo, sobre el arte y su contexto en India.

Esta exposición busca abrir un espacio de diálogo entre el espectador y el artista, provenientes de entornos diversos y cambiantes. Enfoca desde una perspectiva contemporánea la situación de la India desde donde se dan las obras expuestas. Esta exhibición puede ocasionar en el público un derrumbamiento de estereotipos y prejuicios acerca de la cultura india: se tocan temas como la multiplicidad de religiones que existen en la India, aspecto que se ve en algunos de los trabajos, la diversidad de modos de vida y costumbres, la integración de la tradición en el mundo de la mercancía, es decir, preocupaciones propias de este tiempo que no son exclusivas de un lugar determinado.

Esta muestra recorre temas y medios muy diversos: el maltrato a las mujeres en la frontera entre India y Pakistán en la obra The Lightning testimonies (2007) de Amar Kanwar (Delhi, 1964), sitúa al espectador en el centro de una sala y en medio también de la pregunta sobre el por qué de este tipo de injusticias, la obra consta de ocho pantallas que proyectan imágenes y videos, testimonios del conflicto. En la obra de Sheela Gowda (Bhadravati, 1957) se expresa desde la pintura el dolor ante la violencia de los conflictos socio-políticos en India (2/7 Agnepath, 2006). La artista se caracteriza por utilizar materiales de uso cotidiano como planchas de metal de barriles de alquitrán en la instalación Chimera (2004). Trabajos como Nausea-Creators to Supermarket Shelf (2008) de N.S. Harsha (Mysore, 1969), pintura de gran tamaño de figuras en miniatura, son una crítica del sistema económico y político de su país. Otras obras como Well Basically this is About Thomas Jacob (2003), serie de 500 diapositivas de Anup Mathew Thomas (Kochi, 1977), detallan aspectos íntimos de la vida cotidiana y de la sociedad india que dejan entrever la hibridación cultural y la falta de algo como una “pureza” en la cultura india y la complejidad y heterogeneidad de ésta. Esta exposición une a los artistas en una reflexión desde el hoy hacia la historia y la tradición a través de los distintos medios utilizados.

La exposición, instalada de manera algo laberíntica, recorre temáticas generales de la realidad actual en la India pero mantiene siempre una diferenciación entre cada uno de los artistas. La curadora de la exposición Luisa Ortínez trabajó durante dos años con los exponentes y realizó documentales en donde éstos detallan su trabajo. De esa forma nos recuerdan las peculiaridades de sus obras, aspecto que evita el simple encasillamiento de los autores en un estilo o temática. Si bien las obras de estos autores se dan en el entorno de un mismo país, cada uno tiene una realidad particular, lo cual hace tan diversas sus manifestaciones artísticas. Mientras que Amar Kanwar utiliza medios como el video, Sheela Gowda recurre a la pintura y a las instalaciones, Anup Mathew Thomas muestra series de diapositivas y fotografías tocando temas como la práctica de la religión católica en la India, y N.S. Harsha realiza pinturas que recuerdan al cómic por sus formas, y que con figuras aparentemente inocentes nos muestran imágenes sumamente crudas.

La exposición va más allá de el consabido crecimiento económico de la India en los últimos años y su posicionamiento como una de las potencias económicas mundiales, nos indica la complejidad enorme que existe en una cultura en donde se mezclan pasado y presente, tradición y tecnología, Oriente y Occidente. Muy poco se puede decir de una realidad tan compleja y sincrética en una sola exposición y más si es tan pequeña y es vista desde nuestra perspectiva occidental, pero ésta incita al espectador a cuestionarse acerca de la historia y la situación actual de la India, la manifestación de ésta en el arte y sobre tópicos como la identidad cultural, la migración, la violencia y la guerra, el género, la modernización. Por ello más que una explicación, esta exhibición se podría plantear como la apertura hacia una serie de interrogantes acerca ese país.

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