martes, 21 de octubre de 2008

DICOTOMÍAS por Luis M. Ruiz

DISIDANZAS
Comisario: Manuel Borja-Villel y Rosario Peiró
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (A1 Edificio Sabatini), Santa Isabel, 52
14 de octubre de-5 de enero de 2009


Es artista pero madre; guerrera pero pacifista; pintora pero poetisa; americana de nacimiento pero europea de adopción; es Artaud en esencia pero Mallarmé en la forma; es mujer pero sin olvidarse del hombre; es margen pero siempre mirando al centro; es clasicismo pero siempre desde una óptica moderna. Así es Nancy Spero, artista nacida en Cleveland (Ohio), que el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en colaboración con el MACBA, homenajea a través de una sugerente y vasta retrospectiva. Una muestra que pone de manifiesto una trayectoria marcada por una constante dicotomía.

La dicotomía de, estando en París junto a su marido Leon Golub a principios de los sesenta, tener que atender a sus hijos de día y vomitar su frustración como artista de noche en la serie Black Paintings, obras con las que se abre la muestra. La dicotomía de mostrar lo sombrío de la guerra a través de vívidos colores, de trabajar motivos de artillería pesada sobre la fragilidad del papel, de representar los bombardeos como si fueran eyaculaciones de sangre. La dicotomía de contar con la influencia de Mallarmé a través de la obra de Artaud, de valerse de la marginalidad de éste para intentar ganarse su propia voz, de elegir el silenciamiento del poeta francés para intentar conquistar su propia lengua. La dicotomía de representar, en su obra The First Lenguaje (1981), el cuerpo como una grafía haciendo que éste se imbuya del ritmo de la poesía, y que la poesía se articule a través de la danza del cuerpo; de hacer que el espectador sea pasivo y activo a su vez, observe y participe, sea receptor y performer. La dicotomía de utilizar motivos de la Antigüedad clásica, como en su obra épica Torture of women (1976), para fines de la más rabiosa actualidad, de hacer que las atrocidades cometidas contra mujeres se pongan de manifiesto a través de un excitante combinado de testimonios de actualidad con imágenes arcaicas, de textos del presente más prosaico con imágenes de nuestro pasado más poético; de hacer, en definitiva, eterna una poderosa reivindicación actual.

Es así como la muestra se convierte en inmejorable ocasión para poner sobre el tapete dos cuestiones que, tristemente, siguen de rabiosa actualidad. Por un lado que las guerras, lejos de desaparecer, sigan cruentamente cobrándose vidas inocentes. Vietnam no está tan lejos de Irak y, es por ello, que la artista decidió realizar una instalación en forma de árbol, Maypole: Take no Priosioners (2007) para la Bienal de Venecia bajo la misma temática. Por otro lado la mal llamada violencia de género (ya que como remarcara el escritor Juan José Millás no es una batalla que se luche en el campo del lenguaje) y cuyo verdadero nombre es violencia machista. Sólo en lo que llevamos de año en nuestro país han muerto 52 mujeres a manos de sus parejas-verdugos. Cualquier oportunidad de decir basta ya a estas cuestiones ha de ser aprovechada y parece que la muestra de Spero pone de manifiesto que el campo del arte es inmejorable para ello.

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